¿En qué se basa la campaña de vacunación masiva contre la gripe?


















Ha salido recientemente publicada una revisión sistemática de la Cochrane Collaboration, que trata de esclarecer la eficacia, efectividad y seguridad de la vacuna contra la gripe en sujetos sanos, fundamentalmente en un rango de edades entre 16 y 65 años. Os comento las conclusiones generales en términos sencillos:

Cuando desarrollamos síntomas como fiebre, dolor de cabeza, congestión nasal, tos o dolor muscular, se dice que estamos desarrollando un síndrome gripal o “pseudogripal”. Bien, sería sumamente reduccionista decir que “hemos cogido la gripe”, técnicamente, podemos decir que hemos cogido uno de los 200 virus que pueden desarrollar estos síntomas gripales. Los médicos, sin pruebas microbiológicas –las cuales no tienen sentido hacerse- no pueden ser capaces de distinguir qué organismo viral es realmente el que hemos contraído.

Normalmente tampoco hay gran problema en tener estos síntomas. El problema de salud pública es que algunos sujetos puedan desarrollar complicaciones como neumonías o bronquiolitis, algunas de estas pueden desencadenar en hospitalizaciones y muy pocas de estas en mortalidad. Estos dos desencadenantes (hospitalizaciones y mortalidad) es lo que realmente deberíamos prevenir con la campaña de vacunación masiva. Bueno, también el absentismo laboral…

Bien, las vacunas que nos proponen no nos protegen contra los 200 virus que nos pueden provocar estos síntomas y complicaciones, ni mucho menos, sólo pueden tener eficacia contra los virus de la gripe tipo A y B, los cuales representan un 10% de los 200 virus circulantes, y digo pueden, porque el desarrollo de estas vacunas se basa en una predicción de las mutaciones que estos dos subtipos de virus van a desarrollar. Como sabéis el virus de la gripe se caracteriza porque muta cada año (por eso nos contagiamos cada año), no se sabe cómo el virus va a mutar, pero se puede “predecir”. Tenemos por tanto una cobertura teórica del 10% de los virus y esto basado en una estimación. En esto se basa la campaña de vacunación masiva.

Lo que este estudio que ha salido publicado revela es que, en el mejor de los casos, suponiendo una situación ideal en el que una persona no le toca la lotería, pero se contagia justo con el virus frente al que la vacuna protege, suponiendo como digo, esta situación ideal, se necesitarían vacunar a 33 personas para que 1 de ellas no desarrollase los síntomas. En unas condiciones más normalizadas, más acordes con la realidad, se necesitarían vacunar a 100 personas para que 1 de ellas no desarrollase síntomas gripales. Hasta ahora estamos hablando de evitar síntomas gripales, ¿qué pasa con lo que realmente interesa que es prevenir el absentismo laboral, prevenir hospitalizaciones y prevenir mortalidad? NADA. La vacunación no ha demostrado que sea capaz de prevenir estos eventos.

Pregunta: ¿por qué lo gobiernos invierten millones de euros en comprar las vacunas de la gripe a la industria farmacéutica y consume recursos en campañas publicitarias y personal sanitario para hacer masiva una campaña de vacunación que no ha demostrado que prevenga nada? No sé responder a esta pregunta, la cuestión es que si hay una diferencia entre la palabra gasto y la palabra inversión es que si los gobiernos con la compra de vacunas estuviesen haciendo una inversión, esto reportaría beneficios económicos también, ya que prevendrían hospitalizaciones, absentismo laboral, etc, pero hasta que esto no se demuestre, lo que se está haciendo es gastar.

No sin riesgos: este estudio observa que cada millón de vacunados puede desarrollar un trastorno neurológico grave que se denomina Síndrome de Guillaum-Barré….

Los autores concluyen que no sería recomendable llevar a cabo campañas de vacunación masivas en la población general contra la gripe, al menos, en sujetos sanos entre los 16 y los 65 años.

Paco Martínez Granados
Farmacéutico Especialista en Farmacia Hospitalaria

Comentarios

  1. Considero muy pertinente este apunte, ya los pacientes psiquiátricos se les suelen recomendar la vacunación de la gripe, por varias razones, el tabiquismo intenso es muy frecuente entre ellos, muchos sin diabetos, tienen patología cardiovascular, algunos están institucionalizados,.... .

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  2. Hay razones para pensar que las posibles consecuencias de una infección gripal sea diferentes (a peor) para los enfermos mentales graves que para un adulto joven o de mediana edad y sano. Por tanto en este grupo de población la prevención de la gripe mediante la vacuna podría ser más ventajosa. No obstante, estas ventajas deberían probarse, y solo hay una manera, mediante la realización de ensayos clínicos randomizados y controlados. Debería invertirse en investigaciones como estas antes de gastar dinero en promocionar la vacunación.

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  3. http://www.jemh.ca/issues/v5n1/documents/JEMH_Vol5_No1_Influenza_Pandemic_Mental_Illnesses_Addictions._Nov2010.pdf

    enlace a discusión ética del acceso limitado a la vacunación, en caso de epidemia, por las personas con enfermedad mental.

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