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sábado, 6 de febrero de 2021

Litio y cognición

 Silvia Marín Prádenas Y Emilio Pol Yanguas

Litio es considerado en la clasificación ATC de la OMS un medicamento antipsicótico, por su empleo en las psicosis afectivas, aunque no actúa por un mecanismo antagonista dopaminérgico, por tanto, no puede ser considerado un neuroléptico. El mecanismo de acción del litio permanece sin aclarase debidamente, se han postulado desde una acción relacionada con el aumento del metabolismo de noradrenalina y otras aminas biógenas (Ahluwalia P, Singhal RL. Effect of low-dose lithium administration and subsequent withdrawal on biogenic amines in rat brain. Br.J.Pharmac. 1989, 71:601-607), hasta los más sutiles mecanismos por interferencia con segundos mensajeros intracelulares a través de la inhibición de la inositolmonofosfatasa, más específicamente sobre las proteínas MARCKS (myristolated-alanine-rich-PCK-kinasa-sustrato), que interviene en la exocitosis celular y la plasticidad neuronal y sináptica. (Silva, Hernan. (2001). Mecanismo de acción de los estabilizadores del ánimo. Revista chilena de neuropsiquiatria. 39(3):219-230. https://dx.doi.org/10.4067/S0717-92272001000300006)

El carbonato de litio es considerado el tratamiento de referencia del tratamiento y la prevención de los episodios maníacos desde finales de los años 60 del siglo pasado. Los textos iniciales indicaban que empleado a dosis que condicionen niveles plasmáticos terapéuticos no casusa efectos adversos sobre el estado de alerta, ni modificaba la capacidad de ejecución de tareas respecto a la normalidad. Pero pronto se detectó en ensayos controlados con placebo que el ion podía causar deterioro de las capacidades intelectuales, reduciendo el cociente de inteligencia (medido con la escala completa de Wechsler) de promedio en 8,2 puntos, respecto al valor pretratamiento y respecto al grupo placebo (ambos p<0,01), todas las subescalas redujeron la puntuación, estos cambios no parecieron estar mediados por el grado de demencia preexistente, ni por otros medicamentos concomitantes (Aminoff MJ, Marshall MJ, Smith E, Wyke M. Cognitive function in patients on lithium therapy. Brit J Psychiatr, 1974; 125:109-110).

Judd (1979) (Judd LL. Effects of lithium on mood, cognition and personality factors in normal subets. Arch Gen Psychiatr, 1979; 36:860-866.), comunicó los resultados de un ensayo cruzado a doble ciego, controlado con placebo enmascarado, en los que sujetos voluntarios sanos recibieron durante 14 días bien litio, a dosis que rindieran niveles plasmáticos terapéuticos, o placebo, siendo valorados al final de cada periodo con una batería de pruebas. Observaron que, tras recibir litio los sujetos comunicaron empeoramiento afectivo y del humor en concreto incremento de sentimiento de negatividad y depresión, nerviosismo y tensión, aislamiento, perdida de contacto con los otros y de las respuestas a las demandas interpersonales y del entorno, así como un sentimiento de ineficacia y aumento de las dificultades cognitivas. Curiosamente estos efectos subjetivos comunicados por los individuos participantes no fueron detectados por observadores independientes entrenados, pero sí por personas próximas a los sujetos, que concretamente detectaron somnolencia y dificultad para trabajar y pensar con claridad. Sin embargo, la administración de litio no pareció afectar a los resultados de las pruebas de personalidad, ni a las de creatividad, respecto a placebo. Si se vieron afectadas negativamente las pruebas de evaluación cognitiva y de la función sensomotora, excepto la prueba de “velocidad de cierre”. En esta última prueba, que evalúa la rapidez de integración visual de pertenecer a un todo, tras el periodo recibiendo litio avanzaron más lentamente (alcanzaron menos letras) pero cometieron menos errores que tras los periodos con placebo. Los menores rendimientos cognitivos tras los periodos con litio parecieron relacionarse más con un enlentecimiento que con una reducción de la exactitud de las respuestas. El efecto de enlentecimiento se manifestó al ejecutar tareas complejas, pero no ante tareas simples, por lo que se dedujo que era debido a un efecto central, más que sensomotor, el litio causaría un enlentecimiento de la velocidad del procesado de la información en niveles superiores. Incluso llega a proponer este mecanismo como el modo en que el fármaco consigue mejorar la sintomatología maníaca.

En una muestra de jóvenes agresivos (asociales) en edad escolar y tratados con litio, no se encontraron pruebas de que litio afectara, respecto de placebo, a los resultados de las medidas cognitivas como las de emparejamiento de figuras, memoria de reconocimiento a corto plazo, ni en las tareas de identificación del concepto. (Platt JE, Campell M, Green WH, Grega DM. Cognitive effects of lithium  carbonate and haloperidol in treatment resistant aggressive children: Arch Gen Psychiatry; 1984; 41:657-662).

Weingartner y cols (Weingartner H, Rudorfer MV, Linnoila M. Cognitive effects of lithium treatment in normal volunteers. Psychopharmacology, 1985; 86(4):472-4), en un ensayo cruzado, controlado con placebo, en voluntarios sanos, la administración de litio a niveles terapéuticos durante 2 semanas, encontraron que el uso del fármaco se no se relacionaba con mayor frecuencia de errores de omisión, pero sí de comisión. Los sujetos no cometían errores de intrusión mientras tomaban placebo, pero los mismos sujetos generaban muchos errores cuando estaban en tratamiento con litio (p<0,01). Estos errores pertenecían generalmente a la misma categoría que el estímulo, pero no él mismo. El uso de distractores aumento la frecuencia de errores durante el tratamiento con litio, pero no durante el uso de placebo. Los resultaron indican que litio ocasiona una pérdida en la claridad y exactitud de los recuerdos, generando errores de comisión, fenómeno que llaman “desenfocado cognitivo” (cognitive blurring). Estos hallazgos son concordantes con las quejas cognitivas subjetivas de los usuarios de litio.

Al examinar los efectos de litio, también en voluntarios sanos, Glue y cols (Glue PW, Nutt DJ, Cowen PJ, Broadbent D. Selective effect of lithium on cognitive performance in man. Psychopharmacology (Berl), 1987; 91(1):109-111.), encontraron que, tras 21días de uso continuado a dosis usuales en terapéutica, se produjo un deterioro en las pruebas de procesamiento semántico. El estudio estuvo controla con placebo. El efecto parece específico, ya que no se produjeron cambios en los tiempos de reacción serial (mide capacidad de mantenimiento de la atención), ni en las pruebas de razonamiento sináptico. Esto sugiere que litio tiene efecto selectivo sobre las tareas de traslado de estímulos físicos (visuales) a significados verbales. De nuevo los resultados experimentales coinciden con las quejas de los usuarios relacionadas con las dificultades que siente para nombrar objetos.

            A un colectivo de 46 pacientes psiquiátricos eutímicos que estaban siendo tratados con litio a dosis terapéuticas (media de niveles plasmáticos 0,75±0,32 mEq/L de Li+) de forma crónica (media 72 ±68 meses), se les sustituyó el fármaco de forma ciega por placebo durante 2 semanas, tras las cuales se reintrodujo de nuevo litio a las dosis previas. Se les efectuaron 3 evaluaciones tratando de conocer como variaron la cognición, el rendimiento psicomotor y la creatividad del estado basal, antes del cambio a placebo, al final del periodo con placebo y a las 2 semanas de reinstauración del litio. Se encontró que 9 de 10 medidas de memoria, rapidez motora y creatividad mejoraron al final del periodo placna reebo, la excepción fue el porcentaje de palabras idiosincráticas que no cambió significativamente. Las mejoras obtenidas variaron entre el 8 y el 44% de los valores basales. La reintroducción de litio ocasiono un declive significativo en todas las medidas de memoria, y en la asociación de palabras, pero no en la velocidad de golpeteo con los dedos. Los niveles plasmáticos de litio y la duración del uso del mismo se asociaron a peores rendimientos en las medidas. (Kocsis JH, ShawED, Stokes PE, Wilner P, Elliot AS, Sikes C, Myers B, Manevitz A. Neuropsychologic effects of lithium discontinuation. J Clin Psychopharmacol, 1993; 13:268:275)

Hong y cols (Honig A, Arts BM, Pons RW y Riedel WJ. Lithium induced cognitive side-effects in bipolar disorder: a qualitative análisis and implications for daily practice. Int Clin Psychopharmacol, 1999, 14(3):169-71. Resumen en PubMed) realizaron una revisión cualitativa de los estudios sobre efectos cognitivos del litio en el TB, encontrando que este fármaco tiene un claro efecto negativo sobre la memoria, rapidez de procesamiento de la información, a menudo incluso sin quejas subjetivas ni identificación de la lentitud mental.

Otra revisión posterior realizada por Pachet y Wisniewski (Pachet AK, Wisniewski AM. The effects of lithium on cognithion on cognition: an updated review. Psychopharmacology (Berl), 2003; 170(3):225-234.), concluyó que la administración de litio produce lentitud psicomotora, y un deterioro de las medidas de memoria verbal inmediata y demorada. No encontraron datos consistentes que indicaran deterioro de la memoria visoespacial ni en la concentración/atención. Tampoco encontraron datos que indicaran que los efectos dañinos fueran acumulativos, al contrario, parecen revertirse al suspender la administración del ion.

Los 2 grupos de pacientes bipolares eutímicos en monoterapia, uno con litio, el otro con valproico, estudiados por Senturk y cols (Serturk V, Goker C, Bilgic A, Olmez S, Tugcu H, Oncu B, Atbasoglu EC. Impaires verbal memory and otherwise spared cognition in remited bipolar patients on monotherapy with lithium or valproate. Bipolar Disord, 2007; 51:134-144), mostraron únicamente una peor memoria verbal inmediata en comparación con el grupo control de voluntarios sanos. No se encontraron diferencias entre ambos grupos de pacientes.

Un seguimiento de 2 años de personas diagnosticadas de TB y tratadas con litio se compararon en un seguimiento longitudinal de 2 años con un colectivo emparejado de sujetos sanos. Se encontró en el grupo de pacientes un deterioro en las funciones ejecutivas y en la rapidez de procesado, y efectos se mantuvieron en el tiempo, repercutiendo en la actividad laboral (Mur M, Portella MJ, Martínez-Arán A, Pifarré J, Vieta E. Long-term stability of cognitive impairment in bipolar disorder: a 2-yerar fllow-up study of lithium-treated euthymic bipolar patients. J clin Psychiatry 2008; 69(5):712-719). En este estudio no queda claro si la diferencia entre pacientes y controles en las medidas cognitivas se deben al trastorno bipolar o al tratamiento con litio. Pero, no se encontraron diferencias cognitivas entre pacientes con TB eutímico sin tratamiento (antipsicótico en este caso) y controles normales emparejados (Jamrozinski K, Gruber O, Kemmer P, Falkai P, Scherk H. Neurocognitive functions in euthymic bipolar patients. Acta Psychiatr Scan, 2009; 119(5): 365-374).

Wingo y cols realizaron un metaanálisis tratando de determinar los efectos cognitivos de litio (Wingo AP, Wingo TS, Harvey PD, Baldessarini RJ. Effects of lithium on cognitive performance: a meta-analysis. J Clin Psychiatry 2009; 7(11):11588-1587). Se revisaron las publicaciones al respecto en las bases de dato Medline, Psychinfo y Embase entre 1950 y 2008. Seleccionaron 12 estudios que implicaron 276 sujetos que tomaban litio y 263 libres de litio. La duración media de ingesta de litio fue de 3,9 años en los sujetos con trastornos afectivos, y de 2,5 semanas en los controles sanos; las litemias se encontraban en el rango sérico para mantenimiento (0,8mEq/l). Concluyeron que el tratamiento con litio se asoció con un pequeño pero significativo deterioro en el aprendizaje verbal inmediato -tamaño del efecto (TE): 0,25; IC95%: 0,05-0,43- y de la creatividad -TE:0,33; IC95%:0,02-0,64-. No encontraron deterioro en memoria verbal a largo plazo, memoria visual, atención, funciones ejecutivas, rapidez de procesado, desempeño psicomotor. Entre los 326 pacientes afectivos encontraron daño a largo plazo en el desempeño psicomotor asociado al litio (TE: 0,62; IC95%:0,27-0,97), pero no daño cognitivo.

Cuando se compararon 2 grupos de pacientes con TB-1 eutímicos, uno tratado con litio y otro sin medicar, con un grupo de sujetos normales, se encontró que ambos grupos de pacientes presentaron significativamente peores pruebas de desempeño en pruebas de memoria episódico-verbales y visual-verbal, que los controles sanos. Al no encontrar diferencias entre los dos grupos de pacientes, se concluyó que el deterioro observado es debido al trastorno base y no al litio (López-Jaramillo C, López-Vásquez J, Ospina-Duque J, García J, Gallo A, Cortez V, Palacio C, Torrent C, Martínez-Arán A, Vieta E. Lithium treatment effects on the neuropsychologigal functioning of patients with bipolar I disorder. J Clin Psychiatry, 2010; 71(8):1055-1560).

Rybakowsky y Suwalska (Rybakowsky JK, Sulwalska A. Excellente lithium responders have normal cognitive functions and plasma BDNF levels. Int J Neuropsychopharmacol 2010, 13(5):617-622) estudiaron 60 sujetos con TB, en estado eutímico, tratados con litio durante al menos 5 años (media 12,5 años) y litemias entre 0,5 y 0,8mEq/l, de los cuales 13 tuvieron excelente respuesta al litio, con 60 sujetos sanos. Se consideró una excelente respuesta (ER) cuando el sujeto se mantuvo sin ningún episodio afectivo con litio en monoterapia durante todo el periodo de administración de litio (media 12,5 años). El resto de pacientes presentaron algún episodio afectivo durante el periodo de administración de litio (media 8,3 años) y pudieron requerir adición de otros fármacos como tratamiento o profilaxis. Los sujetos con ER presentaron mejores resultados neuropsicológicos que los restantes pacientes, que no difirieron de los controles sanos, en concreto respecto a la memoria visoespacial, estrategias y errores en la memoria de trabajo, mantenimiento de la atención, rapidez de procesado la información visual, estrategias de planificación espacial y de combinación de conjuntos. Los pacientes con ER no mostraron diferencias significativas respecto a los pacientes que no tenían ER salvo en la longitud de tramo en las medidas de memoria visoespacial (la secuencia más larga que recuerda el sujeto), en la que estos últimos rindieron peor resultado. Simultáneamente se encontró que las concentraciones plasmáticas del factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF), implicado en la patogenia del TB, era significativamente mayor en los controles que en los sujetos sin ER al litio, pero no de los que se clasificaron con ER. en los dominios ejecutivo, inhibición, rapidez de procesado y memoria verbal

            El deterioro en las capacidades cognitivas, concretamente en los dominios ejecutivo, inhibición, rapidez de procesado y memoria verbal, que mostraron un grupo de pacientes con TB eutímicos tratados con litio, comparadas con las de un grupo control de sujetos normales, se mantuvieron estables en un intervalo de 6 años. La lentitud de procesado se asoció a la duración de la enfermedad. Los sujetos que sufrieron mayor deterioro neurocognitivo presentaron peor funcionamiento social. (Mora E, Portella MJ, Forcada I, Vieta E, Mur M. Persistence of cognitive impairment and its negative impact on psychoscial funtioning in lithium-trated euthymic bipolar patients: a 6 year folow-up study. Psychol Med, 2013; 43(6):1187-1196). Posteriormente estos mismos autores publicaron resultados similares, pero referidos a un subgrupo de la anterior muestra, que ellos definieron como con ER al litio (Mora E, Portella MJ, Forcada I, Vieta E, Mur M. A preliminary longitudinal study on the cognitive and functional outcomes of bipolar excellents lithium responders. Comp Psychiatry, 2016; 71:25-32) Pero la definición que hicieron de ER fue que hubieran estado eutímicos en los 3 meses previos a la evaluación, Lo que contrasta con la definición de Rybawcosky y cols (2010), indicada arriba, y que explica la diferencia de resultados.

            Malhi y cols (2016) (Malhi GS, McAulay C, Gershon S, Gessler D, Fritz K, Das P, Outhred T. The lithium battery: assessing the neurocognitive profile of lithium in bipolar disorder. Bipolar Disord. 2016; 18:102-115), indica que hay datos claros y concluyentes para atribuir a lito un efecto de frenado psicomotor, aunque débil. Pero señalan que este efecto puede actuar como factor de confusión al evaluar otros aspectos, como la función ejecutiva, cuando se incorporan medidas que implican límite de tiempo. La memoria verbal inmediata también parece afectarse por litio, pero los resultados son aún escasos y preliminares. Las mermas detectadas ocasionalmente en la fluidez verbal pueden ser consecuencia de los efectos sobre la memoria verbal y la velocidad psicomotora. Por otra parte, la queja frecuentemente expresada por usuarios de litio de pérdida de la creatividad, es difícil de objetivas, ya que se carecen pruebas validadas para ello; y a la vez, de nuevo puede ser consecuencia de lo efectos sobre la velocidad psicomotora y memoria verbal. Adicionalmente, puede ocurrir que los efectos adversos de litio se vean enmascarados bien por efectos compensatorios de funciones conservadas e incluso por posibles efectos neuroprotectores del propio litio.

            Paterson y Parker (2017) (Paterson A, Parker G. Lithium and cognition in those with bipolar disorder. Inter Clin Psychopharmacol, 2017; 32:57-62) señalan que los datos indican que litio puede reducir la velocidad psicomotora, pero que los datos relativos a la velocidad de procesamiento por litio son inconcluyentes. Distinguen entre ambas, mientras que la primera requiere movimientos repetidos sin necesidad de procesado cognitivo, las tareas que evalúan la segunda precisan junto a una adecuada rapidez motórica fina de un procesado cognitivo básico. Coinciden con Malhi y cols (2017) en que los efectos sobre la memoria verbal son pequeños y contradictorios.

Se desconoce el mecanismo por el que litio puede ocasionar los efectos cognitivos adversos subjetivos u objetivos, pero en parte pueden estar relacionados con los efectos adversos sobre la glándula tiroides. Hasta el 15% y el 49% de los usuarios de litio padecen hipotiroidismo clínico o subclínico respectivamente. El deterioro cognitivo forma parte de los síntomas propios de la disfunción tiroidea, además, la administración de hormonas tiroides puede evitar y corregir estos daños. (Tremont G, Stern RA. Use of thyroid hormone to dismnish the cognitive side effects of psychiatric treatment. Psychopharmacol Bull 1997; 33(2):273-80)

Las litemias >1,5mEq/l causan síntomas de toxicidad por litio. Los informes de casos de intoxicación por litio indican que causa deterioro de la memoria, atención, rapidez de procesado, constructo visoespacial, función ejecutiva y memoria de trabajo. Estos síntomas pueden perdurar más de 18meses. (Paterson A, Parker G. Lithium and cognition in those with bipolar disorder. Inter Clin Psychopharmacol, 2017; 32:57-62). Las lesiones neurológicas relacionadas con intoxicación por litio se asemejan a las de la demencia por daño cortical y subcortical (Brumm VC, van Grop WG, Wirshing W. Chronic neurpsychological sequelae in a case of severe lithium intoxication. Neuropsychiatry Neuropsychol Behav. 1998; 11(4):245-249) (Bartha L, Marksteiner JF, Bauer G, Benke T. Persistent cognitive déficits associated with lithium intoxiction: a neuropsychological case description. Cortex 2002; 38(5): 743-52) (Eversel A, Ünsalver BÖ, Ceylan ME, Comert G. Lithium-induced cortical atrophy and cognitive disfunction. BMJ case rep 2014, publicado en línea, acceso: 28-01-2020; doi:10.1.36/bcr-2014-207646.). La revisión llevada a cabo por Dias y cols llegó a la misma conclusión (Dias ML, Balanzá-Martínez V, Sueiro-de-Souza MG, Moreno RA, Figueira ML, Machado-Vieira R, Vieta E. Pharmacological approaches in bipolar disorders and the impacto n cognition: a critical overview. Acta Psychiatr Scand 2012; 126(5):315-331).

La combinación de litio con terapia electroconvulsiva (TEC) potencia la toxicidad neurológica de esta. Se ha observado que tal asociación multiplica por 11,7 (IC95%: 7,55-17,99) las posibilidades de sufrir deliro frente a recibir TEC sin asociar a litio, aumentándolo del 0,6% (TEC sin litio) a 5,7% (TEC con litio). Este riesgo es mayor en casos de sujetos con depresión unipolar (7,8%), que en caso de sujetos con depresión bipolar (3,4%) y que en caso de manía (0,0%). (Rikinkumar P, Bachu A, Youssef A. Combination of lithium and electroconvulsive therapy (ECT) is associated with higer odds of deliriumm and cognitive problems in a large national sample across the United States. Brain Stimul 2020; 13(1):15-19).

lunes, 3 de junio de 2019

Síndrome fetal valproico.


María Puig
Emilio Pol

El ácido valproico es un anticonvulsivante de amplio espectro de actividad antiepiléptica cuyo mecanismo de acción se relaciona con el aumento de la acción inhibitoria del receptor GABA. Está indicado en epilepsia y para episodios maníacos en el trastorno bipolar cuando el litio está contraindicado1.

La Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) el 13 de octubre del 2014 emitió una nota informativa  2 sobre las nuevas recomendaciones en el uso del ácido valproico en niñas y mujeres con capacidad de gestación. En España en ese momento el principio activo estaba comercializado como: Depakine®, ácido valproico G.E.S.® y Depamide® (valproamida, profármaco de valproato), este último actualmente está retirado.

La AEMPS redactó las siguientes recomendaciones:
         No debe administrarse ácido valproico ni a niñas, ni a mujeres con capacidad de gestación ni a mujeres embarazadas, a menos que otras terapias para el tratamiento de la epilepsia o los episodios maníacos asociados al trastorno bipolar no hayan sido tolerados o hayan resultado ineficaces.
         Las mujeres con capacidad de gestación en tratamiento con ácido valproico deben utilizar algún método anticonceptivo eficaz durante todo el tiempo que dure el tratamiento y se les explicará detalladamente los riesgos que correrá el feto en caso de embarazo.
         Se deberá informar a las mujeres en tratamiento que en caso de embarazo no deben suspender la medicación sin consultar previamente a su médico.
         Si una mujer se quedase embarazada mientras está tomando ácido valproico se realizará una valoración minuciosa de los beneficios y los riesgos, considerándose otras alternativas terapéuticas. Si finalmente se decidiese continuar con el tratamiento:
         Se utilizará la menor dosis eficaz de ácido valproico, fraccionando la dosis diaria en varias tomas a lo largo del día. Preferiblemente se utilizarán formulaciones de liberación prolongada.
         Se iniciará precozmente la monitorización prenatal para vigilar el desarrollo del feto.
         Se informará al pediatra y profesional de enfermería encargados de los controles de salud de los niños prenatalmente expuestos a ácido valproico acerca de esta exposición para que puedan vigilar posibles retrasos en la adquisición de los hitos del desarrollo y establecer precozmente las medidas más adecuadas en cada caso.

Además, añadió que La AEMPS está actualizando las fichas técnicas y los prospectos de medicamentos con ácido valproico, que estarán próximamente disponibles en su página web: www.aemps.gob.es, junto con material suplementario informativo tanto para los profesionales sanitarios como para las pacientes.

El 13 de febrero de 2018 surgió otra alerta3, ya que se realizaron estudios donde se observó que las medidas adoptadas redactadas en la alerta anterior no habían sido suficientemente efectivas. Por tanto, en esta nueva alerta se intensificaron las restricciones anteriores y se introdujeron nuevas medidas para mejorar la información y asesoramiento de las mujeres. Las modificaciones indican que tanto para la epilepsia como para episodios maníacos del trastorno bipolar no debería utilizarse el ácido valproico en mujeres con capacidad de gestación, salvo que no hubiera otra alternativa, y además se cumplieran las condiciones de plan de prevención de embarazo. Resaltando que en el trastorno bipolar en el embarazo su uso está contraindicado. Además, se redactó como se ha mencionado anteriormente un plan de prevención de embarazos mucho más exhaustivo y también comenta que se actualizarán los materiales informativos cómo son las guías para los profesionales sanitarios y pacientes y añade una tarjeta de información para las pacientes. Adicionalmente en los envases se incluye la advertencia y tarjeta de información para el paciente. La AEMPS recalcó en esta última alerta la importancia de que los profesionales sanitarios verifiquen que se cumplan las condiciones del plan de prevención de embarazos y que el ácido valproico se utilice en las condiciones autorizadas.

Tras cinco meses, el 24 de julio de 2018 surgió la última alerta4 hasta la fecha donde la AEMPS comunica la disponibilidad de los materiales informativos mencionados, además de un formulario de conocimiento de riesgos que deberá firmar el médico y la paciente. Por último, indicó que estos materiales son necesarios para informar a todas las pacientes y seguir las condiciones de uso. Además implicó al farmacéutico en la tarea de informar a las pacientes sobre el uso del valproico en edad fértil.

Anteriormente en la ficha técnica del año 20005 de estos medicamentos había un apartado de embarazo y lactancia donde si comentaba el riesgo teratógeno, aunque no recomendaba el uso de anticonceptivos, pero sí no prescribir este durante el primer mes de embarazo además de la monoterapia y la utilización de la mínima dosis diaria eficaz y repartirla en varias tomas.

Estos conocidos efectos adversos en la actualidad, son descritos por primera vez en 19806 y en 1982 se relató el primer estudio que describe casos de defectos en el tubo neural relacionados con la toma del ácido valproico7. En 1984 surgió el término síndrome valproico fetal8, que se describía ya con muchas de las características que se describen a continuación.

Los defectos en el tubo neural son los más comunes, ya que el ácido valproico tiene efectos en la región lumbosacra e interfiere en el proceso de formación de este, que implica la enfermedad de la espina bífida entre otras. También las anomalías musculoesqueléticas ocurren con frecuencia solas o asociadas a otras malformaciones, como son aranodactilia, superposición en dedos, en las extremidades, abdomen etc. Los rasgos más característicos de la cara son microcefalia o macrocefalia; frente ancha y larga con hipertelorismo, que se define como separación entre los ojos, en los ojos podemos observar epicantos, surco infraorbitario, cejas poco desarrolladas; la nariz pequeña, ancha y puente aplanado, surco nasolabial largo y ancho; labio superior alargado con bordes de bermillon fino, labio inferior grueso y comisuras labiales inclinadas hacia abajo; hipoplasia de línea media, microrretrognatia, hendidura palatina e hiperplasia gingival. También se asociaron problemas como defectos cardiacos, labio leporino, anomalías genitales como hipospadia, oculares como estrabismo y nistagmo, de la piel, pulmonares, renales y en algunos casos muerte prematura asociada a malformaciones cardiovasculares. 9-12

En una publicación del año 2016 13 que analizaba la prevalencia de malformaciones congénitas asociada al uso de anticonvulsivantes durante el embarazo, se llegó a la conclusión de que los niños expuestos in útero a valproato (VPA) tenían un mayor riesgo de malformación en comparación con los niños nacidos de mujeres sin epilepsia (N = 467 vs 1936, RR 5,69, IC del 95%: 3,33 a 9,73) y de mujeres con epilepsia no tratada (N = 1923 vs 1259, RR 3,13, IC del 95%: 2,16 a 4,54). Los niños expuestos a VPA tuvieron un riesgo de malformación del 10,93% (IC del 95%: 8,91 a 13,13), mayor que con los otros anticonvulsivantes estudiados. Las malformaciones más frecuentes asociadas fueron en relación con el tubo neural, cardiacas, orofaciales, craneofaciales y malformaciones en las extremidades.

Por otra parte la exposición del feto en el útero al VPA, puede provocar efectos adversos de aparición más tardía, como son los trastornos en el neurodesarrollo, las probabilidades de que ocurran son según un estudio hecho por la universidad de Liverpool del 12% en monoterapia y 15% en politerapia. Además el espectro del autismo fue frecuentemente diagnosticado entre estos niños 14. Estos pueden ser trastornos en el desarrollo cognitivo, retrasos en el desarrollo temprano del lenguaje o caminar, relacionados con las habilidades intelectuales 15.

Aunque el ácido valproico, según las fichas técnicas de los medicamentos que lo contienen1, como hemos comentado inicialmente está indicado en epilepsia y en episodios maníacos en el trastorno bipolar cuando el litio está contraindicado o no se tolera, la AEMPS, recalca que debería usarse en mujeres en última instancia2,3,4 .No obstante, en numerosos artículos se refleja su uso fuera de indicación de ficha técnica e incluso afirman que se prescribe más en otros trastornos psiquiátricos diferentes al de su indicación 16,17,18.

En un estudio realizado en el sistema nacional de salud en Lanarkshire ubicado en Escocia, se concluyó que el ácido valproico es el anticonvulsivante más prescrito, con usuarios que tienen una media de edad de 39,7 años 19. Un estudio posterior realizado en Reino Unido, concluyó que en mujeres en edad fértil que recibían el fármaco apenas se informaba de sus riesgos: en el 16% de los casos había alguna evidencia de que se habían comentado a las pacientes los riesgos teratógenos, el 29% había tratado el tema de la concepción y contracepción y en un 4% se había recomendado el ácido fólico en caso de que hubiese embarazo16.

Para finalizar, mencionar que existen asociaciones de víctimas del fármaco en España, Avisav, que se inició en junio de 2018. Además, hay otras asociaciones en el resto del mundo 20.

La hiperprolactinemia puede afectar a la fertilidad, pero no es una garantía de infertilidad, ni se debe considerar un método fiable de anticoncepción. El anticonceptivo medroxiprogesterona acetato, es el método más eficaz en la prevención de embarazo con un 99% de efectividad y el recomendado por Seeman 21 en mujeres con esquizofrenia.

En muchas ocasiones se ha podido observar como motivo de no emplear la anticoncepción la abstinencia sexual o que no se tienen relaciones. Hay que destacar que hay evidencias que sugieren que las mujeres con enfermedad mental grave son más propensas a tener un número más alto de relaciones sexuales y de embarazos no deseados 22

En un estudio realizado en Bakirkoy Neuropsychiatry Hospital Psychiatric Outpatient Clinic, se determinó que en mujeres que padecen esquizofrenia y trastorno bipolar el conocimiento sobre anticoncepción era nulo en la mayoría de los casos, tampoco tenían conocimiento sobre los anticonceptivos parenterales y en cuanto a concretar medidas anticonceptivas o planear formar una familia fue significativamente más bajo en los grupos con esquizofrenia y trastorno bipolar en comparación con otros grupos.En cuanto a las revisions ginecológicas, el porcentaje más alto correspondía a no haber tenido una revisión en los últimos 3 años o no haberla tenido nunca.El asesoramiento por parte del psiquiatra sobre medidas anticonceptivas fue muy baja en este grupo de pacientes. Por lo que la conclusión fue que el personal sanitario debería estar más alerta sobre las necesidades de los pacientes con enfermedad mental en este punto 23.

En otro estudio realizado en 1989 que recogía pacientes de 18 a 40 años, se recogió que al menos un 73% se habían quedado embarazadas una vez en su vida, de estas mujeres 23%habían tenido abortos espontáneos, un 31% se habían practicado el aborto y un 45 % habían dado a luz. Muchas pacientes habían tenido un riesgo alto de tener embarazos no esperados y el 33% tenían una vida sexualmente activa y no querían quedarse embarazadas, pero afirmaban no tenían un control durante sus relaciones sexuales. Por lo que se vuelve a confirmar el estudio mencionado anteriormente. 24

En un artículo publicado en 2013 nuevamente se concluyó que estaban especialmente en riesgo en términos de sexualidad y salud reproductiva las pacientes diagnosticadas de trastorno bipolar. De las 292 mujeres del hospital psiquiátrico de Estambul dónde se realizó el estudio la mitad habían tenido embarazos no deseados. Y de nuevo en cuanto a la anticoncepción, aunque muchas pacientes decían haber usado alguna medida anticonceptiva habían sido incapaces de seguir con ella 25.

Por otro lado, al menos una de cada cinco mujeres que padecen enfermedad mental sufre una violación o intento de violación a lo largo de su vida y la tasa de prevalencia de violencia contra este grupo de mujeres durante toda la vida oscila entre el 16% y el 50% 26. Por lo que la abstinencia sexual no evita desgraciadamente el embarazo en algunas ocasiones.

En el estudio mencionado anteriormente realizado en Estambul 25, se determinó que un tercio de las mujeres habían padecido abusos sexuales. Por otra parte, en una revisión en la que se comparó las tasas en personas con enfermedad mental que eran perpetradores con las que eran víctimas, se determinó que el número de víctimas era el mayor porcentaje 27. Por lo que podemos determinar que las víctimas de violencia en la enfermedad mental están muy presentes.

El ácido valproico es empleado en psiquiatría para condiciones diferentes de las recogidas en la ficha técnica 17,18. Según el real decreto 1015/2009, de 19 de junio, capitulo III: acceso de medicamentos en condiciones diferentes a las autorizadas: ``La utilización de medicamentos autorizados en condiciones diferentes a las establecidas en su ficha técnica, tendrá carácter excepcional y se limitará a las situaciones en las que se carezca de alternativas terapéuticas autorizadas para un determinado paciente, respetando en su caso las restricciones que se hayan establecido ligadas a la prescripción y/o dispensación del medicamento y el protocolo terapéutico asistencial del centro sanitario. El médico responsable del tratamiento deberá justificar convenientemente en la historia clínica la necesidad del uso del medicamento e informar al paciente de los posibles beneficios y los riesgos potenciales, obteniendo su consentimiento conforme a la Ley 41/2002, de 14 de noviembre. ´´ 28

Puede ocurrir que las pacientes se nieguen a tomar los anticonceptivos, por diferentes motivos personales. En este punto es muy importante la toma de decisiones compartidas. En pacientes con enfermedad mental se ha examinado esta intervención y se ha podido comprobar como aumenta la satisfacción, el tiempo de consulta no aumenta y no es complejo que el paciente sea participante 29. La barrera principal para los profesionales 30 es la duda de si el paciente es competente a la hora de tomar de decisiones, pero no se espera que el paciente quede desamparado ante una decisión, sino que sea conjunta. La toma de decisiones compartida muestra una mayor comunicación con profesionales, una mayor alianza terapéutica y mayor adherencia al tratamiento. Y lo más importante aportarle autonomía al paciente. Por ello en el momento que una paciente no quiera por el motivo que sea tomar el anticonceptivo, no es cuestión de convencimiento. La correcta práctica sería la información y buscar una solución conjunta

El síndrome fetal valproico tras las alarmas de la AEMPs ha desencadenado una serie de titulares en nuestro país, como por ejemplo el del bulletí groc de la universidad de Barcelona, que compara al valproico como la nueva talidomida 31.

La molécula de la talidomida fue descubierta en 1954 por una farmacéutica alemana Chemie Grunental, se catalogó como una molécula sedante e hipnótica, y se introdujo en 1957 para la ansiedad, insomnio, nauseas en mujeres embarazadas, en 1959 estaba comercializado en 48 países Europeos, pero en 1960 se publicó un trabajo que exponía una neuropatía periférica asociada a este fármaco. En 1962 Lenz realizó otro estudió en el que se relacionaron efectos del fármaco sobre el feto como la focomelia, aunque hubo afectación a diferentes órganos internos del cuerpo. Además, Lenz estimó que la cifra global de mortalidad del fármaco era un 40% y el número de de niños afectados rondaba los 5850 32Aunque hoy en día la organización mundial de la salud estima una cifra de más de 10000 víctimas afectadas. En España el fármaco fue comercializado en 1960 y fue prohibido por orden ministerial en 1962. Y hoy en día existe una asociación en España contra las víctimas de este fármaco, porque, aunque se retiró en 1962 no fue hasta el 2010 con el Real Decreto 1006/2010, de 5 agosto por el que se regulo el procedimiento de concesión de ayuda para los afectados entre 1960-1965 33.

Otro hecho remarcable en esta trágica historia fue la correcta actuación de la Dra Frances Kelsey una farmacóloga y doctorada en medicina que fue contratada por la FDA en 1960, coincidió con su primera tarea que fue revisar la comercialización de la talidomida que ya había sido autorizada en varios países. La doctora decidió paralizar la comercialización y exigir pruebas que determinasen que no afectaba al feto, a pesar de la presión pública, tuvo el apoyo de sus superiores de la FDA y gracias a su negativa en cuanto a la comercialización en EEUU solo se detectaron 17 víctimas de la talidomida en este país 34,35. Su acción tuvo una importancia significativa para defender la importancia de los ensayos clínicos y preclínicos para conseguir una mayor seguridad en los fármacos.

El desastre de la talidomida tuvo varias implicaciones 32, se descubrió que la placenta no protegía al embrión y que había ciertos fármacos las embarazadas no podían utilizar. Además, se empezaron a crear registros de malformaciones en niños. Y dio lugar al desarrollo de una normativa más estricta y regulada para la comercialización, además de categorización de medicamentos que afectaban al feto. Se crearon servicios de información sobre teratógenos en EEUU (SIT) y en Europa el ENTIS, en el que se pueden realizar consultas para la valoración del riesgo durante el embarazo 32.

Con esto tenemos que reflexionar que los primeros estudios sobre teratógenos se realizaron en 1980, y el impacto social no ha sido tan grande como el de la talidomida hasta hace poco con las alarmas por parte de la AEMPS, es posible que este síndrome haya sido más relacionado debido a la enfermedad de la epilepsia o a las enfermedades mentales. Pero hoy en día que ha sido descubierta la causa por la que hay alrededor de 9000 víctimas afectadas en España, deberían replantearse como ocurrió con la talidomida. Emitir normas mucho más restrictivas desde el principio y evitar una serie de daños que afectarán a la vida entera de una persona. Aunque sea una tarea complicada evaluar el cociente riesgo-beneficio de un fármaco sin la utilización en la práctica real, deberían replantearse nuevas medidas para que la farmacovigilancia detecte estos efectos adversos con más antelación y se puedan evitar nuevos desastres. Y de igual manera, debería reforzarse la seguridad de los ensayos en las fases clínicas y pre-clínicas, y estar alerta con cada uno de los efectos adversos.

El profesional sanitario debe tomar ejemplo de la Dra Frances e implicarse. Es importante para concienciar el papel del farmacéutico en la farmacovigilancia y en la detección de alertas asociadas al medicamento. Los farmacéuticos tenemos la oportunidad y la obligación de asegurar que se tomen las medidas de seguridad, en este caso la toma de anticonceptivos o de aportar al paciente la información necesaria.  

Bibliografía:
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2.    Ficha técnica del Depakine/ Información adicional/ Nota informativa 16/2014. Disponible en: https://www.aemps.gob.es/informa/notasInformativas/medicamentosUsoHumano/seguridad/2014/docs/NI-MUH_FV_16-valproato.pdf . (Acceso 19 de Enero de 2019).
3.    Ficha técnica del Depakine/ Información adicional/Nota informativa 3/2018. Disponible en: https://www.aemps.gob.es/informa/notasInformativas/medicamentosUsoHumano/seguridad/2018/NI-MUH_FV_3-acido-valproico.htm . (Acceso 19 de enero de 2019).
4.    Ficha técnica del Depakine/ Información adicional/Nota informativa 10/2018. Disponible en: https://www.aemps.gob.es/informa/notasInformativas/medicamentosUsoHumano/seguridad/2018/NI_MUH_FV-10_2018-Valproato-Depakine.htm . (Acceso 19 de enero de 2019).
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martes, 29 de mayo de 2018

¿QUÉ ES EL SÍNDROME DEL ÁCIDO VALPROICO FETAL Y QUÉ PUEDE HACER EL FARMACÉUTICO?


A RAÍZ DE UNA ALERTA DE LA AEMPS:¿QUÉ ES EL SÍNDROME DEL ÁCIDO VALPROICO FETAL Y QUÉ PUEDE HACER EL FARMACÉUTICO?

Autor: Roger Ortiz Climent, estudiante de 5º de Farmacia
e-mail: roger.ortizoumh.umh.es

Resumen:
Objetivos: Se plantea informar a la comunidad sanitaria a raíz de una alerta de la AEMPS publicada en febrero informando de la contraindicación del ácido valproico (AVP) en el embarazo. Su uso en mujeres en edad fértil supone un riesgo y se tiene que informar a las pacientes de dichos riesgos, puesto que las alertas publicadas en 2014 "no fueron suficientes"[1].

Materiales y métodos: Se hizo una búsqueda bibliográfica de los términos “ácido valproico” y “síndorme del ácido valproico fetal” en la base de datos MEDLINE compaginándola con el uso de Google Académico. En el caso de búsqueda de noticias de prensa, se usó la plataforma Google buscando los artículos de mejor calidad.

Resultados: La teratogenia es la reacción adversa más remarcable actuando a nivel genético y somático catalogándose como “Síndrome del Ácido Valproico Fetal”. El SVF fue descrito por primera vez en 1984. Ya se empezaban asociar los antiepilépticos a malformaciones congénitas durante los años 60[2]. Las décadas siguientes mostraron un aumento de las evidencias sobre la exposición fetal a VPA como monoterapia con aumento  del riesgo de espina bífida; en malformaciones cardíacas; labio leporino; autismo y retraso cognitivo con una relación dosis-dependiente[3]. Una encuesta llevada a cabo en 2016 a 2788 mujeres de 16 a 50 años consumidoras de VPA en UK concluyó que el 20% de las pacientes desconocían acerca de los riesgos del uso del VPA durante la maternidad y que el 27% no fueron informadas. En 2017, una encuesta similar tuvo resultados similares[4]. En UK se estima que desde los años 70 ha dejado unas 20.000 personas incapacitadas. En Francia se estiman entre 2.150 y 4.100 niños nacieron con malformaciones debidos al VPA. No se han publicado cifras sobre casos o estimaciones de hijos con SAVPF ni de pacientes tratadas con AVP en España durante la gestación [5]

Conclusiones: Se desconoce la relevancia del SAVPF y el grado de concienciación de este problema por parte de las pacientes en edad fértil como de los profesionales sanitarios. Tampoco se encontró ninguna manifestación por parte de la Federación Española de Epilepsia. A pesar de las evidencias se ha seguido prescribiendo en mujeres epilépticas en edad fértil. Las maniobras de actuación del farmacéutico tanto de farmacia hospitalaria como comunitaria son las siguientes: A) La formación y educación del paciente acerca de los riesgos del uso del AVP en mujeres en edad fértil mediante la Atención farmacéutica.  B) Informar y concienciar de los riesgos a otros profesionales de la salud. C) La farmacovigilancia sería clave para notificar nuevos eventos de SAVF. Sería de gran interés hacer estudios prospectivos del tema desde las oficinas de farmacia.

Bibliografía:

1-
MUH (FV), 3/2018
2- DiLiberti JH et al.Am J Med Genet. 1984;19(3):473-81
3-Tomson T, et al. Neurology.2015;85(10):866-72
4 -Wise J.BMJ 2017;358:j4426




Publicado “Vivir con psicofármacos: un estudio de fotovoz comunitario en personas con alta adherencia al tratamiento” en Salud Colectiva

Ilustración: Marina Palomo Se ha publicado el trabajo de invesigación “Vivir con psicofármacos: un estudio de fotovoz comunitario en persona...