jueves, 16 de noviembre de 2023

Medicación psicotrópica y polifarmacia psicotrópica entre niños y adolescentes en el sistema de bienestar infantil de los EEUU.

Los jóvenes y niños del programa de “bienestar infantil” (custodia, acogimiento y adopción) de Medicaid reciben más psicofármacos que el resto de jóvenes y niños acogidos a Medicaid, según informan en una carta a JAMA Pediatrics publicada el 21 de agosto de 2023, por Radel LF y cols (1). Utilizando la base de datos nacional de Medicaid entre el 7 de julio al 28 de septiembre se realizó un estudio transversal para estimar la tasa de medicación psicotrópica y de polifarmacia con estos fármacos (≥2 psicofármacos simultáneos) en jóvenes (de 3 a 17 años) acogidos al sistema de custodia, acogimiento y adopción (“acogidos al programa de bienestar infantil”), comparando con otros jóvenes del mismo rango de edad con cobertura Medicaid. La muestra, procedente de los 50 estados que conforman los EEUU más el distrito federal de Washington Puerto Rico y las Islas Vírgenes de EEUU, estuvo formada por 719.908 jóvenes beneficiarios del “programa de bienestar infantil” y 31.473.608 reclutados bajo otros códigos Medicaid. El 26,25% y el 13,27% de los jóvenes en el “programa de bienestar infantil” se les había prescrito una medicación psicotrópica y recibían polifarmacia psicotrópica respectivamente. En el grupo de comparación (“otros jóvenes enrolados en Medicaid”) estas proporciones fueron respectivamente 9,06% y 3,11%. Estas tasas fueron más altas para el grupo del “programa de bienestar infantil” que en el grupo “otros jóvenes” para todos los intervalos de edad analizados (3-17; 3-5; 6-11 y 12-17 años), pero especialmente el de 12-17, en los que estas tasas fueron 30.34% vs 12,81% para medicación psicotrópica y19,10 % vs5,05% para polifarmacia psicotrópica. Los grupos de medicamentos más consumidos entre los jóvenes del “programa de bienestar infantil” fueron los estimulantes, recibidos por el 15,95% de los chicos, antidepresivos por el 9,88% y antipsicóticos por el 7,87%. En cuanto a las tasas de diagnósticos, un 42,85% de los niños del “programa de bienestar infantil” tenían diagnostico de una condición de salud mental. Los diagnósticos mas prevalentes fueron trauma o trastorno relacionado con el estrés en 22,93%, 21,49% de hiperactividad/déficit de atención y 11,67% de trastornos de conducta. Es bien conocido el hecho de que muchos niños acogidos en el “programa de bienestar infantil” han experimentado traumas por diversos motivos, que pueden afectar al desarrollo posterior y facilitar el padecimiento posterior de trastornos mentales (2). Esto podría explicar las elevadas tasas de prescripción de psicótropos respecto al resto de jóvenes acogidos a otros programas de Medicaid. Se ha observado repetidamente que los niños acogidos al “programa de bienestar infantil” tienen también más probabilidades de recibir prescripciones de psicofármacos sin ir acompañados de psicoterapia o terapia de conducta que los jóvenes de otros programas Medicaid (3,4). Además, existe preocupación por la escasez de datos sobre la eficacia y seguridad de los tratamientos psicofarmacológicos en jóvenes de menos de 18 años(5), especialmente en los aspectos relacionados con el uso a largo plazo y el cerebro en desarrollo y los efectos metabólicos (6). Aunque se han publicado guías para el uso y supervisión segura de psicofármacos en esta población su implementación en la práctica no es uniforme, por lo que podrían ser útiles medias adicionales (6,7). Referencias 1. Radel LF, Ali MM, West K, Lieff SA. Psychotropic Medication and Psychotropic Polypharmacy Among Children and Adolescents in the US Child Welfare System [published online ahead of print, 2023 Aug 21]. JAMA Pediatr. 2023;e233068. doi:10.1001/jamapediatrics.2023.3068. Psychotropic Medication and Psychotropic Polypharmacy Among Children and Adolescents in the US Child Welfare System - PubMed (nih.gov) 2. Bowden CF, Simmel C, Mendez A, Yu M, Neese-Todd S, Crystal S. The complexity of psychotropic medication prescription and treating trauma among youth in foster care: perspectives from the lived experience. Adm Policy Ment Health. 2022;49(5):821-833. doi:10.1007/s10488-022-01203-4 PubMedGoogle ScholarCrossref 3. Tan C, Greiner MV, Nause K, Shahabuddin Z, Beal SJ. Mental health diagnoses, health care utilization, and placement stability on antipsychotic prescribing among foster care youth. Acad Pediatr. 2023;23(3):675-680. doi:10.1016/j.acap.2022.08.005 PubMedGoogle ScholarCrossref 4. Nunes JC, Naccarato T, Stafford RS. Antipsychotics in the California foster care system: a 10-year analysis. J Child Adolesc Psychopharmacol. 2022;32(7):400-407. doi:10.1089/cap.2022.0040PubMedGoogle ScholarCrossref 5. American Academy of Child and Adolescent Psychiatry. Recommendations for the use of psychotropic medications for children and youth involved in child serving systems. Accessed May 29, 2023. https://www.aacap.org/App_Themes/AACAP/docs/clinical_practice_center/systems_of_care/AACAP_Psychotropic_Medication_Recommendations_2015_FINAL.pdf 6. Government Accountability Office. 2017. Foster care: HHS has taken steps to support states’ oversight of psychotropic medications, but additional assistance could further collaboration. Accessed May 29, 2023. https://www.gao.gov/assets/gao-17-129.pdf 7. American Academy of Pediatrics. Mental and behavioral health needs of children in foster care. Accessed May 29, 2023. https://www.aap.org/en/patient-care/foster-care/mental-and-behavioral-health-needs-of-children-in-foster-care/

viernes, 30 de junio de 2023

Estudio Foto-voz en abuso de drogas

 

Autora: Fátima Sempere Gil

Tutor: Paco Mtz.Granados 

Modalidad: Estudio cualitativo

Objetivos

La finalidad de este estudio consiste en conocer el significado del consumo de drogas en personas que presentan un historial de abuso de sustancias, para sensibilizar de manera crítica, desvelar posibles patrones de abuso y daños psicosociales resultantes. Para ello, se ha aplicado la metodología cualitativa. (1)

 

El conocimiento de todos esos significados pone de manifiesto una nueva visión de lo que representa ese consumo, permitiendo así la elaboración de estrategias de intervención específicas. (2)

 

Al mismo tiempo, este método da voz y empodera a un grupo de personas, lo cual resulta beneficioso para aquellas poblaciones estigmatizadas e incluso criminalizadas por parte de la sociedad, como ocurre en el ámbito de la “Salud Mental” y del “Abuso de Drogas”. (2,3,4)

 

Material y métodos

Se empleó el método acción-participación “fotovoz” mediante el cual los participantes, a través de una serie de fotografías tomadas por ellos mismos, extrajeron los significados más importantes que existen detrás de esa vivencia del consumo. (4,5)

Se llevó a cabo en un centro psiquiátrico. Se requería a aquellos que tuvieran un patrón de abuso de drogas el cual, al mismo tiempo, les estuviera repercutiendo negativamente en su clínica psiquiátrica y/o somática sobre todo si presentan un diagnóstico de trastorno mental grave del espectro psicótico. Finalmente fueron cinco los que completaron el estudio, cuyas características sociodemográficas quedan reflejadas en la Tabla 1:

 

CÓDIGO DE PARTICIPANTE

EDAD

SEXO

P1

39

Mujer

P2

27

Mujer

P3

48

Mujer

P4

22

Hombre

P5

30

Hombre

Tabla 1. Características sociodemográficas de los participantes.

 

Resultados y discusión

Emergieron cinco categorías principales: “Las drogas son un círculo vicioso”, “Y llegamos al aislamiento”, “Somos como contenedores de basura”, “Enjaulados” y “Liberación” y, de cada una de ellas, dos o tres subcategorías.

CATEGORÍAS

SUBCATEGORÍAS

 

 

1.     “Las drogas son un CÍRCULO VICIOSO”

1.1.  El ciclo del consumo: “subidón” y “bajón”

1.2.  Drogas legales: los primeros pasos del consumo

1.3.  Interacción social mediada por el consumo

 

2.     “Y llegamos al AISLAMIENTO”

2.1.  “La droga es soledad”

2.2.  “No son amigos de verdad”

2.3.  Pérdida de lazos afectivos

3.     “Somos como CONTENEDORES DE BASURA”

3.1.  “Reciclaje humano”

3.2.  Decadencia

 

4.     “ENJAULADOS”

4.1.  El camino de la droga: adicción

4.2.  “El consumo te arruina la vida”

4.3.  Culpabilidad

 

5.     LIBERACIÓN

5.1.  “Tu lucha decide”

5.2.  Renacimiento

5.3.  “El amigo”

Tabla 2. Categorías y subcategorías.

 

Si apreciamos todas ellas por separado vemos que carecen de sentido, pues no son más que meros conceptos. Sin embargo, todos los significados presentan una relación causal entre sí y ello se puede apreciar en el mapa sistémico (Figura 1) que se detalla a continuación:

 


Figura 1. Mapa sistémico de categorías y subcategorías.

  

Primero de todo, ¿cómo comienza ese consumo? Según las narraciones de los participantes, tanto las drogas legales (alcohol, tabaco y cafeína) como las primeras interacciones sociales supusieron el incentivo necesario que les introdujo en lo que denominaron como “círculo vicioso”. Al fin y al cabo, el consumo es un ciclo que se repite cada vez, con el que siempre se buscan esos momentos de euforia o de “subidón” pero que, una vez cesan, vendrán acompañados por lo que se conoce como el “bajón”.

 

El hecho de entrar en contacto con estas sustancias les acaba aislando. Es decir, hay una pérdida de lazos afectivos y además una exclusión por parte de la sociedad, lo que les lleva a experimentar la soledad. La única compañía será la de aquellas personas que se encuentran en su misma situación de consumo y aislamiento, a la que los participantes se han referido como que “no son amigos de verdad” puesto que únicamente se incita a que se sigan imitando esas malas conductas y, además, carecen de cualquier tipo de apoyo y comprensión, bases fundamentales en el entablamiento de una relación.

 

El hecho de que una persona sea aislada de su comunidad provoca que los implicados se sientan “como contenedores de basura”. Por una parte, la representación de la suciedad que en sí que genera asco y repugnancia poniendo de manifiesto el estado de decadencia por el que están pasando y, por otra parte, la figura del reciclaje como símbolo de la “limpieza” a la que someten al cuerpo en los momentos puntuales de desintoxicación.

 

Luego si estas decisiones tienen unas consecuencias tan radicales, ¿por qué se sigue consumiendo? Los participantes señalan a la adicción como responsable. Esta implica que el consumo ya no es voluntario, como ocurría en un primer momento, sino por necesidad. Entre las narrativas se mencionaba al cannabis, la cocaína y la cafeína. Estas drogas se caracterizan por su perfil adictivo, por lo que el deseo por volver a consumir será inmediato y ese “subidón” - “bajón” que dicen sentir vendrá determinado por los efectos que provocan en el Sistema Nervioso Central. (6)

 

A rasgos generales, van a estimular la vía de la recompensa que se encuentra en el sistema mesolímbico del cerebro, aumentando así los niveles de dopamina directa o indirectamente. Esto explica porque cuando se toman estas sustancias el cuerpo experimenta placer. El problema reside en que, al realizar esta acción de manera continuada, esa estimulación dopaminérgica es continua y ello va a originar una serie de neuroadaptaciones en los distintos sistemas de neurotransmisión que provocarán un desequilibrio en la química cerebral. De esta manera, el individuo solo experimentará placer con la ingesta de estas sustancias, siendo incapaz de sentirlo de forma natural, con las acciones y actividades que per se lo provocan, por lo que este hará todo lo posible para que así sea, movido por los estímulos que le envía su organismo. (6,7,8)

 

Por tanto, las decisiones que se van a tomar a partir de ahora tendrán por objetivo conseguir esa droga para recibir la recompensa buscada (euforia, placer, “subidón”). La mayoría de estas acciones “les arruinan la vida”, ya que suelen implicar delincuencia, y ello agravará todavía más su estado añadiendo otra razón por la que se sienten culpables. Esta situación es limitante hasta tal punto que se compara con “una cárcel de la que cuesta mucho escapar”.

 

A pesar de todo, entre “estar enjaulado” y “liberarse” existe un puente que cada uno decide cruzar e implica elegir el camino de la voluntad. La voluntad de cambiar, tomar mejores decisiones y de empezar, por tanto, una nueva vida. A este puente se le ha llamado “tu lucha decide”, refiriendo la lucha como al problema de adicción. Es por tanto decisión de cada uno salir adelante.  Alcanzar la libertad conlleva un proceso de desintoxicación como el que se comentaba antes, pero esta vez con carácter definitivo. La diferencia radica en que en este punto los participantes ya no se identifican como “contenedores de basura”, sino como personas dignas y orgullosas dotadas de la capacidad para elegir su propia vida. El hecho de haber sido capaces de dar este paso constituye un renacimiento personal el cual les permitirá reinsertarse de nuevo en su comunidad, ayudados por aquella persona o personas que permanecen a su lado durante todo el proceso, con una mención especial al personal sanitario.

 

Bibliografía

1.    Berenguera A, Fernández de Sanmamed MJ, Pons M, Pujol E, Rodríguez D, Saura S. Escuchar, observar y comprender. Recuperando la narrativa en las Ciencias de la Salud. Barcelona: Insitut Universitari d’Investigació en Atenció Primaria Jordi Gol (IDIAP J Gol); 2014.

2.    Drainoni ML, Childs E, Biello KB, Biancarelli DL, Edeza A, Salhaney P, et al; «We don’t get much of a voice about anything»: Perspectives on photovoice among people who inject drugs. Harm Reduct J. 27 de noviembre de 2019;16(1).

3.    Padilla M, Matiz-Reyes A, Colón-Burgos JF, Varas-Díaz N, Vertovec J. Adaptation of PhotoVoice methodology to promote policy dialog among street-based drug users in Santo Domingo, Dominican Republic. Arts Health. 4 de mayo de 2019;11(2):147-62.

4.    Budig K, Diez J, Conde P, Sastre M, Hernán M, Franco M. Photovoice and empowerment: Evaluating the transformative potential of a participatory action research project. BMC Public Health. 2 de abril de 2018;18(1).

5.    Wang C, Burris MA. Photovoice: Concept, Methodology, and Use for Participatory Needs Assessment. Health Educ Behav. 1997;24(3):369-87.

6.    Flórez J, Armijo JA, Mediavilla A. Farmacología Humana. Barcelona: Masson; 2013.

7.    Volkow ND, Michaelides M, Baler R. The neuroscience of drug reward and addiction. Physiol Rev. 2019;99(4):2115-40.

8.    American Psychological Association. Manual Diagnóstico y Estadístico de los trastornos mentales (DSM-5Ò), 5ª Ed. Madrid: Editorial Médica Panamericana; 2014.

Publicado “Vivir con psicofármacos: un estudio de fotovoz comunitario en personas con alta adherencia al tratamiento” en Salud Colectiva

Ilustración: Marina Palomo Se ha publicado el trabajo de invesigación “Vivir con psicofármacos: un estudio de fotovoz comunitario en persona...